ERRORES COMUNES EN CUIDADORES DE PACIENTES NEURÓLOGICOS.

 

Es inevitable caer en alguno de estos errores ya que se suelen cometer de forma involuntaria por parte del cuidador. En unos casos simplemente por desconocimiento, en otros, por las circunstancias, entorno o nivel de vida (estrés, prisas, agotamiento, etc). Por eso es tan importante conocerlos ya que es la única forma de evitarlos o minimizarlos en la medida de lo posible.

Contenido:



1º Error: PACIENCIA… o falta de ella.

No tenemos paciencia. Hay que tener en cuenta que los pacientes neurológicos tienen un

nivel cognitivo más bajo, independientemente de la patología sufrida (niños con parálisis cerebral, personas con párkinson, ictus… ) Y si ya hablamos de personas con demencia o Alzheimer, la diferencia cognitiva es todavía mayor.
El proceso de interpretar órdenes del tipo:

                - Vamos al baño.
                - Ponte de pie.
                - Cómete el postre.

Que para nosotros es instantáneo, para personas con este tipo de dolencias, la respuesta es mucho más lenta, no solo en llegar al cerebro e interpretarla, sino que, al hacer el recorrido inverso, es decir, bajar del cerebro a los órganos efectores como por ejemplo los músculos, el tiempo invertido puede ser incluso mayor, ya que muchas veces estos órganos están dañados.
Es por este motivo por el que tener paciencia con ellos es clave para poder darles la ayuda que necesitan, por eso motivo se han de evitar acciones del tipo:


        - Tirar de ellos cuando su paso es más lento que el nuestro.
        - No meterle la cuchara en la boca si es lento al comer.
        - No levantarle a plomo para ir al baño.



Ya que no lo necesitan porque todos esos patrones de movimiento ya los tiene guardados en su cerebro, el problema es que no sabe dónde. Si nosotros realizamos esos movimientos por él, jamás podrá encontrarlos. Es él, con su esfuerzo quien ha de recuperarlos de su cerebro y los ponga en práctica. Solo así será capaz de realizarlos en situaciones en donde no haya nadie para ayudarlos.

“El ritmo siempre lo lleva el paciente”

Por supuesto que esto no significa que no podamos ayudar, si se tiene que levantar, nosotros estamos allí para darle esa pequeña ayuda extra para que él consiga ponerse de pie, o podemos envolver su mano con la nuestra para que no se le caiga la cuchara dejando que sea el quién lleve la voz cantante en dicho movimiento, pero siempre el ritmo lo marca el paciente.




Esto está basado en las 47 áreas que describió Brodmann, y es en la sexta o área premotora en la que nos vamos a centrar. Tiene 2 características fundamentales:

    -  Planificar Movimientos.
    -  Almacenar patrones de movimiento.

Y es el paciente quién tiene que acceder a ellos por si mismos. Si se lo hacemos nosotros, nunca van a llegar a ellos por si mismos. 


2º Error: AUTONOMIA... o privar de ella.

Está claro… 

        “Si algo lo puede hacer el paciente… que lo haga”

Si puede andar y quiere agua, no se lo traigo, que vaya él.

Esto es viable tanto para las enfermedades degenerativas tipo párkinson en donde se tratar de ganarle la partida a la enfermedad en todo momento, si me quita 2 voy a intentar ganar 3 y así sigo en positivo, como en las repentinas (ictus) que trataremos de superar el bache.


Esa autonomía es buena en todos los sentidos que nos definen como ser humano:

    - Psicológico.    (ya que se siente útil).
    - Social.           (le permite relacionarse).
    - Físico.           (lo mantiene en forma y tonificado).

Además de evitar que se acomode, porque hay muchos pacientes que se acomodan, piensan: si me lo dan todo hecho, para qué me voy a esforzar. Hay que tener en cuenta que, en este tipo de patologías, como se sienten en una silla de ruedas, como agarren un andador, no se les saca de ahí, el retorno es muy complicado por no decir imposible. Hay que ayudarlos, pero no mimarlos, sé que es duro porque se les ve sufrir y luchar, pero es por su bien. Tampoco hay que pasarse. Hay que ponerles “dificultades” o retos, pero que sean realizables.

Como ejemplo voy a comentar el caso de uno de mis pacientes de Parkinson.  Él podría ponerse de pie, porque tiene fuerza, pero no lo consigue por miedo a caerse. Pero como yo no quiero que deje de trabajar las piernas para que no pierda fuerza, le he dicho a la familia que le pongan el vaso de agua lejos para que levante, aunque sea un poquito, el culo del asiento. Estamos trabajando fuerza de piernas dentro de su entorno seguro, estamos muy cerca de la línea roja, pero sin pasarnos. Así es como hay que abordar este tipo de patologías.  Ayudándoles a que sean autónomos. 


3º Error: RUTINAS… muy estrictas.

Y aquí invito a debate. Porque lo bonito de la salud, es que cada uno lo mira desde un lado y hay diferentes opiniones. He leído mucho y a mí en la carrera me lo dieron así, hay crear una rutina con el paciente de comer siempre en el mismo sitio, hacer siempre los mismos ejercicios, intentar que sea siempre sobre la misma hora…

 Yo no estoy muy de acuerdo, estoy de acuerdo en que hay que generar una rutina con el paciente, pero dentro se esa rutina meter cambios:

                -  No comer siempre en el mismo sitio.

-   No hacer siempre la misma dinámica de ejercicios.

Es decir, tener cierta rutina, por ejemplo: me levanto, desayuno, hago ejercicio, me ducho etc. Pero metiendo diferentes modificaciones en cuanto a espacio (desayunar en la cocina, el salón, diferentes sitios en la mesa…). 

“Rutina… ¡¡¡ Siii !!!  Pero con pequeños cambios”

¿Y esto por qué lo digo?. Porque se crea una zona de confort muy marcada de la que va a ser muy complicado salir, y el día que os vayáis a comer a casa de la prima porque es su cumpleaños, no va a saber qué tiene que comer, porque no es el entorno en el que lleva comiendo 4 meses seguidos sin ningún tipo de cambio, y puede ser que no relaciones ese momento con la comida. Por eso hay que ir entrenándole y que se centre en la pura acción de comer en vez de en todo lo demás.


Además, con esto favorecemos la neuroplasticidad , es decir, la capacidad que tiene el sistema nervioso para crear nuevas conexiones entre neuronas, de tal forma que si una neurona muere, el resto pueden establecer las conexiones necesarias para poder suplir su falta.


 

Para finalizar….

1.- Paciencia:  ayudar, pero no realizar.
2.- Dar la mayor autonomía posible al paciente.
3.- Realizar pequeños cambios en el día a día para evitar que se acostumbre y que no tenga una zona de confort muy marcada.

 

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